En el aeropuerto de Barajas, España. Serrat y su amiga Ana: “Yo no hago cuestión de pasaportes cuando elijo a mis amigas”.
—¿No será que usted está comenzando a tener desplantes de divo?
—Vea, por muchas razones yo le debo todio lo que soy a público. Cada vez que escribo una canción la reviso setenta veces, hasta que la pulo completamente. Eso demuestra que siento cariño por la gente; no quiero que esa bestia que es si triunfo, mitad caníbal, mitad sirena, me. aieje de las personas qus forman mi audiencia.
“Me siento mucho más viejo, más quemado, lejos de mis cosas.”
—Un colega suyo, el cantante Raphael, ha criticado el estilo que imprime usted a ciertas melodías. ¿Son justas esas criticas?
—Sé que Raphael ha dicho que canto La saeta con estilo catalán cuando debiera hacerlo al modo andaluz. Yo canto esa canción como la siento, corno la imaginé. Lo curioso es que él también la incluya en su repertorio habiendo compuesto yo la música, que por añaduria no le gusta. De su versión no sé qué decir, pues nunca la he escuchado.
—¿Es descabellado, entonces, imaginar una animosidad entre us-ed y Raphael?
—Para llegar a la enemistad, como usted sugiere, es necesario que primero haya habido alguna fase de amistad. Al no tener yo ninguna relación con él. no puede, en consecuencia, haber enemistad.
—¿Cuál es su opinión de Raphael como cantante?
—Pues es un tío al que yo admiro por su capacidad de trabajo y por sus ganas de mejorar. Que me guste como cantante ya es otra cosa, pero que el pobre trabaja como un buey, eso es cierto.
—En defintíva, ¿le gusta o no como cantante?
—Me parece que es un fulano que no aporta absolutamente nada, ccmo mucha gente. pero vea usted lo que son las cosas, ese tío hasta tiene buena voz.
—Volviendo a temas más íntimos, ¿qué significan en este momento tas mujeres en su vida?
—Ahora nada, pero llegado el caso, una mujer puede tener mucha importancia para mi si me enamoro de ella.
—¿Su relación con Ana, la joven argentina con la cual se lo ve en los últimos tiempos, podría convertirse en un vinculo permanente?
—No creo que ocurra nada de eso: Ana es sólo una amiga que me ayudó muchísimo en momentos de grandes depresiones. Topdavia, sin embargo, no apareció una tia con la cual a la noche me meta eni la cama y, a la mañana siguiente, me ponga contento de encontrarla a mi lado, que me sienta feliz de estar con ella por el simple placer de compartir juntos el tiempo.
—Se dice que usted tiene predilección por las argentinas. ¿Es eso cierto?
—Yo no nage cuestión de pasaportes cuando elijo a mis amigas; .sobre todo porque una de as cosas que más me gustan de este mundo son las señoras.
—Sin embargo, se le han adjudicado a usted, con respecto a la homosexualidad, una serie de confusas opiniones. ¿Podra aclarar cuál es, en verdad, su punto de vista?
—Pues que no tengo prejuicios de ninguna clase.
—¿Quiere decir que usted podría practicar la homosexualidad?
—Si me enamorase de un señor es posible, pero le aclaro que nunca pasare por ese trance,
—¿No tiene inconvenientes en que se publique una afirmación de ese calibre?
—Para nada, porque a mi me gustan las señoras y no los señores.
—Bien, ¿qué diferencias podría marcar entre el Serrat de hoy y el de los comienzos?
—Me siento mucho más viejo, más quemado, apartado de las cosas que considero importantes: mi gente, rnis amigos, mi barrio. Otro detalle que me angustia mucho es darme cuenta de lo imbéciles que somos, yo incluido.
—¿Por qué dice eso?
—No se, es muy difícil hablar de estas cosas, pero me amarga que todos estemos tan preocupados por el dinero y por la fama.
—¿Ha ganado mucha plata?
—Más que mi padre, que no era un juglar de moda sino un modesto plomero. Interesan tan poco los plomeros, en este mundo, que nadie se preocupó nunca por él. incluso cuando lo pasaba fatal y no tenia ni para comer.
—Se comenta, en el ambiente artístico, que usted estaría a punto do retirarse. ¿Tiene fundamento esa versión?
—No, no lo crea. Yo comencé a cantar casi sin darme cuenta, nada más que para darme un gusto. Al tocar la guitarra, al entonar un ritmo, sentía que me comunicaba con la gente. Ahora estoy metido en este mundo de la farándula y ya no me es fácil dejar esta profesión que me fui inventando de a poco, como quien se desangra.
Puede ser algún dia deje de cantar en público, pero jamás cesaré de componer canciones.
—¿Por qué, siendo tan reacio al periodismo, en general, se mostró tan explícito durante esta entrevista?
—Porque usted no ha pretendido ser el principal intérprete de este diálogo. Además me gusta que me planteen cosas duras, escabrosas. De esa forma, cuando termino con todos estos chismes, siento un mayor placer al charlar con la gente sencilla y con los buenos amigos que me quieren tal cual como soy: un rústico muchacho español que se ha largado a caminar por el mundo.