Quico Sabaté; amigo, hermano y cómplice



Canción dedicada a Quico Sabaté. Per el meu amic (Para mi amigo). Traducida.

Quico Sabaté (1940-2010)


Amigo íntimo, compañero de piso, compañero de partido, su representante, su productor, su consejero profesional y personal. Creó Taller 83, productora de Serrat. También estuvo con Serrat en la sociedad vinícola Mas Perinet.

Anoro, Serrat, Sabaté y Jordi Romeva, amigos de siempre, desde los 60, iban por la vida como una banda de rock, aunque el único que cantara fuera Serrat. 

Fue con ellos y por ellos que Joan Manuel Serrat se presentó el 18 de febrero de 1965 en Radioscope, ellos animaron a ese joven tímido a que anotarse en un concurso radiofónico de jóvenes promesas, uno de los programas más populares de la radio catalana, que se retransmitía en directo desde el estudio Toreski de Radio Barcelona.

Anoro y Jordi continuaron sus vidas, pero Quico continuó su amistad con Serrat hasta que murió en 2010.
Decir amigo es Quico Sabaté, incluso fue padrino de su hijo varon Queco. Sabaté ha sido el gran amigo de toda la vida.

"Fue brillante colaborador en discos míos desde hace muchos años. Qué digo discos: me ha apuntalado en muchos aspectos de mi vida. Por ejemplo, cuando yo volvía de mi exilio, en agosto de 1976, se ocupó de mí. Era una época complicada, había unos grupos con licencia para matar opositores o, por lo menos, apalizarnos. Por seguridad, yo tenía que ir cambiando el lugar donde dormía y terminé en casa del Quico, con su familia”. 

Cuando Serrat volvió del exilio, estaba amenazado por los pelotones de ultraderecha que entonces campaban a su aire. Por eso recaló una buena temporada en casa de Quico y Ángeles debidamente camuflado. Pasé allí más de una velada, y los recuerdo divertidos y ocurrentes, prodigiosamente entretenidos, sin ninguna noción del tiempo. Forjaron una amistad definitiva, un nexo sin paliativos que, de paso, permitiría a Quico abandonar la publicidad.

“En 1983 fundamos con Quico Sabaté y Josep Maria Socias el ya mencionado Taller 83 S.A., productora desde la que se realizaron discos propios y ajenos, documentales, libros y programas de radio como La radio con botas”.

“Un día llegué al piso de Quico Sabaté para pasar allí la noche y mi estancia en aquella casa se prolongó más de un año (JMS-Yuta-Queco-y-Maria-1985). Con Quico colaboramos desde Espira, la agencia de publicidad que dirigía junto a Alexandre Cirici, que en realidad escondía un nido de agitación artística, cultural y política. Con Quico Sabaté creamos una productora, Taller 83. Hasta su muerte en 2010, no hay proyecto de Serrat en el que no haya participado”.


A principios del 2007, cuando Serrat se disponía a iniciar su larga y triunfal aventura cantada con Joaquín Sabina, le comentamos que el título de la gira era verdaderamente espléndido, por su concisión y la ironía que desprendía. Él, siempre dispuesto a reconocer los méritos ajenos, nos respondió: “Es muy bueno, muy bueno, pero no es mío. Un día, hablando en el despacho, Quico, ya sabes cómo es él, paró de dar vueltas y gritó: Joan! Joan! Ja el tinc, ja el tinc! El títol és: ‘Dos pájaros de un tiro'”. 

Francesc Sabaté Caballeria falleció la madrugada del martes en su domicilio barcelonés, a causa de una cardiopatía respiratoria. Contaba 69 años y durante décadas ha sido la persona de mayor confianza de Joan Manuel Serrat. Todos le conocíamos como Quico Sabaté, su personal homenaje a uno de los más famosos maquis catalanes y la manera de canalizar su anarquismo congénito ante la vida, la injusticia y la hipocresía, aunque su ideología fuera otra. Siempre socarrón, dotado de una voz inconfundible, aparentemente visceral, muy creativo, persona culta pero al margen de cualquier formalismo, su espíritu transgresor y sentido de la amistad hicieron de él un personaje entrañable e imprescindible. 

En agosto de 1976, apenas nueve meses después de que la lucecita del Pardo se apagara definitivamente, Serrat puso fin al exilio motivado por sus declaraciones contra Franco, realizadas en el aeropuerto de México el 29 de septiembre de 1975. Regresa a Barcelona procedente de París y, aunque se había decretado una amnistía, corría el peligro de ser detenido. Tal hecho no se produjo, pero amenazado de muerte por los Guerrilleros de Cristo Rey, Serrat solía dormir cada noche en un domicilio distinto, aunque durante un par de meses su refugio seguro fue la casa de Quico Sabaté, que iba a convertirse en uno de sus amigos y colaboradores fundamentales.

Como es lógico, Quico siempre quiso permanecer a la sombra de Serrat, pero fue una de sus luces más diáfanas. Creador de la agencia Espira, donde pudo desarrollar su labor con personalidades como Luis Poveda, Alexandre Cirici Pellicer o el fotógrafo César Malet, Quico Sabaté había sido un gran creativo publicitario, siempre ingenioso en sus campañas. Su aportación resultó importante para impulsar la campaña sobre la histórica frase “Més que un club”, aplicada al Barça, así como en la creación de logotipos y frases.

Su compromiso con la vida y con la sociedad le llevó al Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC), ya en tiempos en que la larga noche del franquismo parecía interminable. En este ámbito, uno de sus grandes amigos ha sido Raimon Obiols, actualmente eurodiputado, que siempre le tuvo como uno de sus hombres de confianza. 

Quico Sabaté tuvo dos hogares. El propio y otro llamado Taller 83, es decir, el despacho de Joan Manuel Serrat. Nacido en Barcelona, el 10 de septiembre de 1940, era el mayor de once hermanos. Su madre, Consol; su mujer, Ángeles; sus hijos, Pilar y Quico; su nieto Marc y sus hermanos se han visto inesperadamente asaltados por una ausencia que siempre será presencia en su memoria. También Serrat, que sin duda recordará a Quico, el insustituible Quico, con los versos de su canción Per al meu amic.