El antifranquismo era principalmente activo en las universidades, en las empresas y en la calle.
Y el antifranquismo intelectual barcelonés se reunía en la boite Boccaccio; Artistas, escritores, mecenas... Por lo general hijos de la burguesía catalana pero con conciencia social y política. Y algún recién llegado a la cumbre del éxito, hijo de obreros, como Joan Manuel Serrat.
En Catalunya a este círculo de gente se la conocía como la "Gauche divine" (Izquierda divina).
Uno de los habituales de Boccaccio era Alberto Puig, un industrial catalán promotor y mecenas de cantaores flamencos, muy alegre y muy querido por la parroquia gitana de Barcelona a quién ellos llamaban el "payo gitano". Al mismo que le dedicó la canción "Tio Alberto". Parece que fue cómplice de Serrat en el requiso del taburete.
En esas largas noches de cubalibre y cócteles se platicaba de política y se organizaban acciones reivindicativas o solidarias en favor de los detenidos por la dictadura. También proyectos culturales clandestinos, etc.
Muerto el dictador, en supuesta "democracia". Las reuniones y partidos estaban permitidos y la libertad de ocio trajo otras muchas alternativas nocturnas.
Este local estaba espiado por la policía política. Probablemente nunca se hizo redadas porque eran habituales muchos hijos de ilustres empresarios.
Boccaccio fue a la baja hasta que cerró en 1985.
Serrat le pidió al propietario uno de los taburetes para, de algún modo, seguir llevando en todos sus conciertos una parte de su vida: los viejos amigos, las luchas compartidas, el símbolo de sus orígenes, su Barcelona querida...
En realidad el Nano tiene dos taburetes. Mientras utiliza uno manda restaurar el otro para que siempre luzca flamante.