JESUS QUINTERO ENTREVISTA A JOAN MANUEL SERRAT

LA MAGIA DE EMOCIONES

Entrevista 2006 1a parte    2a parte

Decir no se hace extraño cuando uno tiene la suerte de encontrarse ante Joan Manuel Serrat. 

Para nosotros –y cuando digo nosotros estoy pensando en un par de generaciones muy concretas de gente que hemos tenido que ganarnos a pulso todo lo que oficialmente se nos negaba: la libertad, el amor sin tapujos, el sexo sin pecado y sin culpa, la vida, el aire…–Joan Manuel ha sido, ante todo, el amigo que todos teníamos en Barcelona, el amigo que afortunadamente seguimos teniendo.

Nadie como él ha sabido poner música y letra a todas esas experiencias, a todos esos sentimientos y emociones que nos corrían, confusos por la masa de la sangre y que sólo comenzaban a verse un poquito más claro cuando él nos lo contaba.

La música de Serrat es como la crónica de nuestros sueños y nuestras realidades, el espejo en el que más de una vez nos hemos descubierto.

Escuchar a Serrat es volver a sentirse aquel soñador de pelo largo, volver a los últimos guateques, a las primeras novias, a los besos en portales oscuros, al inocente sueño de ser buenos y felices.

El universo de Serrat está lleno de caras familiares, de paisajes que todos hemos visto, de palabras que todos hemos pronunciado, de gestos que todos hemos repetido, de aventuras y juergas que todos nos hemos corrido,

Tal vez por eso, oyendo a Serrat, uno se siente como en su propia casa.

Se te quiere, Nano.

JESUS: ¿Usted que ha hecho por los demás?

SERRAT: Lo que buenamente he podido. Eso es como si me preguntaras cómo he educado a mis hijos: no tengo la menor idea. Lo que sí te puedo decir es que no me he sentido nunca ajeno, ni me siento nada ajeno a lo que ocurre a mi alrededor, no me siento ajeno en ningún sentido. Es decir, que me siento responsable cuando ocurre algo a mi alrededor: sé que de una manera u otra yo tengo alguna responsabilidad, si no en lo que ocurre, sí en no haber sido capaz de evitarlo o, por lo menos, de arremangarme y empezar a trabajar para poder evitarlo en un próximo caso.

JESUS: Siempre será un antiguo pobre, no un nuevo rico.

SERRAT: Bueno, yo soy un hombre muy bien tratado en este sentido. Valoro mucho abrir el grifo y que salga agua caliente, o cuando enciendo una llave y sale gas. Eso lo valoro mucho. Por eso riño mucho a mis hijos cuando se dejan las luces encendidas de la casa y cosas de éstas. Sí, tengo tics que vienen de la escasez, pero no los quiero perder. Y será algo que mis hijos contarán a mis nietos: . Y, entonces, mis nietos aprenderán que esto hay que respetarlo y que es mejor afeitarse llenando el lavamanos y no dejando correr el agua, aunque se tenga mucha agua. Porque estos bienes son de todos y son bienes escasos. Estas cosas no están en el banco: el agua está ahí y es de todos: hay que respetarla, como el aire, como la luz…

JESUS: Le habrá tenido que dar la mano a gente que no le gustaba.

SERRAT: Sí, señor: Pero no viene al caso. Usted también, supongo. Pero me gustaría que esta gente a la que le he dado la mano y que no me gustaba.

Es decir, me gustaría que mi mano actuara de varita mágica y les hiciera entender que las cosas que hacen no están bien hechas y que las hicieran mejor. Sería bonito.

JESUS: Hay muchos que se han vendido muy barato, ¿no?

SERRAT: Venderse es siempre…Como aquel chiste: . Todo es cuestión de subir el precio. Hay veces que sí, es asombroso por lo poco que suelen venderse algunos humanos.

JESUS: ¿A qué cosas Serrat les dice hoy ?

SERRAT: A todo lo que de alguna manera me hace sentir infeliz, no sentirme a gusto. Hay diferentes formas de decir . Si algo no me gusta, sencillamente digo de forma educada. Digo: Y si algo me indigna…

JESUS: ¿Sigues creyendo en el hombre?

SERRAT: ¿Puedo ir al baño?

UN CATALÁN MIRANDO A AMÉRICA

JESUS: A lo mejor algún día vemos de presidente de la Generalitat a un negro.

SERRAT: ¿Por qué no? Pues, sí. ¿Por qué no? Es muy probable, evidente…Creo que la salud de un pueblo está en absorver todo lo que la historia va aportando a ese pueblo, ¿no? Yo creo que no hay civilizaciones más candidatas a la decadencia y al desastre que las que son endogámicas y se encierran en ellas mismas. Creo que una sociedad sabia ha de aprender a practicar la tolerancia que intuitivamente ella sabe que debe ejercer para una convivencia saludable. Cuando se produce un tiempo de migración como el que está ocurriendo en la actualidad, con lo terribles que son siempre las migraciones, hay que aprender a ver lo positivo y las aportaciones. Porque, claro, hay que pensar que las migraciones son siempre el resultado de un mundo injusto: el desplazamiento de una gente de un lugar a otro es traumático: evidentemente, no hay nadie que quiera salir de su casa. Esta gente de la que estamos hablando no vienen precisamente a hacer turismo en pateras.

La parte positiva de todo esto es lo que pueden aportar en cualquier sentido y, evidentemente, tienen mucho que aportar. Ha ocurrido siempre así a lo largo de la Historia.

JESUS: Sí, Cataluña ha sido siempre muy cosmopolita.

SERRAT: Y Cataluña ha sido un lugar que, si ha crecido, ha sido gracias a todos los pueblos y a las gentes que sucesivamente se han ido instalando allí y han ido enriqueciéndola en todos los sentidos, con el trabajo, con el pensamiento, con su aportación humana…

JESUS: Cuántas cosas se han escrito ya de usted; profeta, trovador, agitador…

SERRAT: Profeta, no. La verdad es que como profeta tengo poco futuro. Agitador, bueno, no me parece mal. Agitador es interesante. Profeta, no.

Yo tengo grandes desconfianzas con los profetas.

JESUS: Pero sí poeta.

SERRAT: Mire, a mí…Oye, ¿por qué nos tratamos de usted? ¿Es reglamentario?

JESUS: Desde que es Doctor honoris causa.

SERRAT: No seas bromista que traigo el birrete y te doy con él en la cabeza.

JESUS: A veces los compadres se tratan de usted. ¿Nos tuteamos entonces?

SERRAT: Sí. ¿De qué estábamos hablando?

JESUS: Te decía que no te negarás a que te llamen poeta.

SERRAT: Ah, sí, lo de la poesía. Hombre, yo lo que hago son canciones. Y en la canción hay una parte fundamental, que es el texto; al menos, en la canción tal y como yo la entiendo. En el texto, si tú quieres la pretensión de uno es conmover al prójimo y conmoverse uno mismo, pues no tiene otro camino: la poesía es el único modo de conseguirlo. Por eso trato de buscar imagenes poéticas, para poder hurgar más en el mundo de los sentimientos propios y en el de los ajenos.

JESUS: A usted, que es tan querido en América
Latina, ¿le conmueven esas reuniones que mantienen Evo Morales y Lula y Fidel? ¿Qué le parece el movimiento que se está produciendo en América Latina?

SERRAT: Bueno, están pasando cosas, es evidente, Sobre todo, están pasando cosas con una gran rapidez y de una forma bastante simultánea. Hay que pensar que Chavez, o Evo Morales, o Lula o Kirchener, han llegado a la presidencia de una forma democrática. Creo que meter a éstos en el mismo saco con Fifel Castro es ayudar a la confusión. Y la confusión le interesa siempre a los que les encanta el mundo confundido y, con el río revuelto, ellos sacan provecho de esta historia.

Creo que hey que mirarlo todo puntualmente,
pero también hay que tener una visión de conjunto. Hay que pensar qué habrá ocurrido con los partidos políticos tradicionales en Bolivia o Venezuela, por citar dos casos concretos. ¿Qué mal le habrán llegado a hacer estos partidos políticoa a sus paises para que, baja la sábana de la democracia, hayan vencido electoralmente el bolivarismo de Chavez o el indigenismo de Evo Morales? Y han vencido sin tener, digamos, el gran soporte mediático que otros podían tener. Morales ganó las elecciones con escasísimo soporte mediático, y lo mismo puede ocurrir de aquí a cuatro días en Perú. Lo primero que tendrían que hacer todos los partidos políticos es una reflexión para entender por qué están siendo desplazados del juego.

JESUS: Y los líderes del mundo también deberían reflexionar.

SERRAT: Bueno, evidentemente. Y aquellos a los que servían, porque esos partidos que han perdido frente a Chavez o Evo Morales son una prolongación del amigo americano. En fin, sí: algo está ocurriendo en América Latina.

JESUS: A usted le toca mucho América Latina.

SERRAT: Me toca mucho y me interesa mucho lo que está ocurriendo.

JESUS: Ya sabe usted que los paises americanos se parecen poco entre sí.

SERRAT: Se parecen mucho y se parecen poco. Sí, sí. Se parecen mucho en lo que han sufrido a lo largo de los años, en lo que han sido explotados; se parecen poco en que los grupos que los han administrado temporalmente, desde la época republicana hasta nuestra fecha, o sea, desde principios del siglo XIX hasta hoy, también han sido distintos. Cuando se produce la fragmentación de los diferentes virreinatos, los paises optan por diferentes caminos.

LA MÚSICA ES DE LA GENTE

JESUS: Los de la nova cançó no te entendieron en su momento.

Seguirá…

SERRAT: No, no. Me entendieron muy bien, sí. Y tengo un recuerdo y una memoria muy clara y muy concreta de quién y de qué. Yo creo que sí. Me entendieron perfectamente. Y además, te diré una cosa: primero, tendríamos que decidir de quien hablamos cuando hablamos de nova cançó, porque la nova cançó, si fue algo, fue la gente. La noca cançó no fue mengano, fulano y zutano. La nova cançó no fue la burguesía catalana que permitió, facilitó e impulsó unas compañías de grabación y de distribución de discos, aunque sin ellas nada habría sido posible, evidentemente. La nova cançó, si fue algo, fue la gente: la gente que iba a los conciertos, que compraba los discos, la gente que nos animaba a seguir. Y yo, a pesar de todo, siempre me sentí profundamente respaldado por la gente. Cuando a mí me faltaba probablemente el respaldo de los medios, respaldos mediáticos y respaldos de personas cercanas del oficio, lo que no me faltó nunca fue la gente.

JESUS: Todos tus discos están hechos con emoción, pero ¿hay alguno especialmente cantado con emoción?

SERRAT: Yo seguramente pongo más pasión en el escenario. Para mí el disco no es el final. Para mí el disco es sólo el medio en el que yo dejo impreso el trabajo. Aquí están las canciones, para el que quiera escucharlas en la casa. Pero las canciones…

Los artistas están en el escenario: en el terreno corto es donde se muestra el artista. Y yo, donde me divierto, donde me lo paso bien es en el escenario. El estudio de grabación es para mí un lugar necesario para poder concretar este trabajo, para poder presentarlo, para poder difundirse, para todo eso. Pero mi trabajo está en el escenario.

Fíjate, hasta el punto de que yo creo que los discos deberían grabarse después de haberse cantado durante un año, porque es cuando las canciones adquieren su peso y prenden.

JESUS: Eso estaría bien.

SERRAT: Así se hacía antes…Quiero decir hace un siglo o setenta años. Pero eso es lo coherente. Lo que es incoherente es meterte en un estudio, grabar y sacar el disco. Además, lo curioso es que hay doce canciones: si tienes suerte el público disfrutará de las doce canciones. Yo tengo un público muy fiel, que lo escuchará en su casa y probablemente disfrutará de doce canciones: Pero, en general, de todo un trabajo, apenas se escucha una canción en la radio. Y el resto parece como si fuera humo: es una sensación de despilfarro. O quizá estemos en un mundo de basura, en el cual realmente sí se pueden despilfarrar once temas para que sólo uno se escuche. Si es así, es que realmente no vale nada.

JESUS: ¿El paso del tiempo ayuda a sentir lo que se canta?

SEGUIRÁ…

SERRAT: El paso del tiempo es bastante complicado. Alguna ventaja deberá tener. Uno tiene una mayor complicidad consigo mismo y, sobre todo, el paso del tiempo me permite valorar el tiempo. Si hay algo valioso, eso es el tiempo, Por supuesto, aparte de todo lo que tiene que ver con los sentimientos, que es lo más valioso: la capacidad de amar y de ser amado, de sentir, de emocionarte…En el fondo, eso es la vida; lo demás es sobrevivir. Pero el tiempo es incomparable. Y yo creo que es otra cosa en la que la vida es justa.

El tiempo no se puede comprar. Es lo que nos equipara un poco a todos los humanos. No se puede comprar, pero se puede utilizar mejor. Yo haría campaña para que la gente utilice mejor su tiempo, porque es escaso.

JESUS: En este tiempo ¿qué cosas te importan y qué no te importa?

SERRAT: Es dificil decir lo que me importa y lo que no me importa. Me importa mucho todo lo que tengo a mi alrededor, lo que hace que valga la pena despertarme cada día y asomarme al balcón de la vida. O sea, me importa todo lo que me hace sentir, pero es muy amplio. Creo que la posibilidad de vivir genera constantemente cantidad de cosas que te excitan y que te llevan a ser curioso. Y yo estoy contento de no aburrirme: soy feliz por tener mucha capacidad de asombro, de sorprenderme constantemente. No he llegado aún a un punto en que esté por encima de nada absolutamente y cualquier cosa que pueda ocurrir es capaz de voltearme, de tirarme al suelo.

JESUS: ¿Estás curado? ¿Estás luchando?

SERRAT: Estoy bien, sí, estoy bien, estoy bien. Si te refieres al cáncer, sí. Pero la cirugía puede, en un momento determinado, limpiar: te deja como antes. Estoy en la misma disposición, estoy en la misma aventura.

JESUS: Nunca te faltó el coraje.

SERRAT: Me dieron mucho también…En estas historias, si te falta a ti, estás quitándole el coraje a los demás. Lo peor eran los días posteriores a los días de tratamiento. Más que la soledad era la fiebre, el malestar, la incapacidad…Y, además, como yo me lo planteé todo mientras trabajaba, sabía que tenía entre tres y cuatro días para recuperarme entre chutazo y chutazo. Entonces, claro, salió bien. Si no, suspendiendo todo, se habría arreglado. Pero no tuve que suspender y pude mantener de alguna forma toda la historia en una discreción absoluta…hasta que fue inevitable. Cuando aparece el carnicero…En el quirófano todo se modifica. Entonces sí hubo que suspender, y entonces hubo que explicar…La verdad es que yo caí en muy buenas manos, el doctor Aguiló ha sido mi amigo y ha sido alguien que ha pasado conmigo todo el proceso. Y, sobre todo, me ha dejado hecho todo un pincel.

JESUS: Como una rosa.

SERRAT: Como un pincel.

DOCTOR ´HONORIS CAUSA´

JESUS: Hace unos días, viendo el Mediterráneo, y desayunando con unos amigos, me dijo: de Homero, cuando decía: “El Mediterráneo sonríe”> Y miré fijamente el mar y me di cuenta de que sonreía. Mediterráneo; todos la señalan como tu mejor canción. ¿Por qué?

SEGUIRÁ…

SERRAT: No sé. Yo creo que es una canción en la que se juntan muchas cosas. Y, sobre todo, debe de tener un respaldo generacional muy fuerte. Eso es lo que ocurre con esas canciones que te abandonan. Tú sabes que dejan de ser tuyas para ser de todo el mundo. Ése es el sueño de todo creador, pequeño o grande; desea que sus creaciones dejen de ser suyas para que sean de todos. Los mejores momentos de mi vida están ligados siempre a esta sensación.

JESUS: ¿Qué se siente cuando los demás cantan con uno?

SERRAT: Se siente que la canción ya no es tuya y ha pasado a ser, de alguna forma, un himno…cuando la cantan todos contigo o , Porque eso también puede ocurrir.

JESUS: Un político argentino dijo:

SERRAT: Iglesias, sí. Se llamaba Iglesias. Se llamaba…Creo que ya no ejerce como político. En fin, hablábamos de cuando la gente canta con uno: es para eso que uno escribe las canciones. Cuando las cantan mucho, entonces toman un vuelo muy especial.

JESUS: Una vez te definiste como sudaca catalán. ¿A veces te sientes unido a las pateras y a todo ese mundo?

SERRAT: La inmigración es siempre involuntaria. Yo recuerdo a mi hermano, saliendo con su maleta de cartón hacia Alemania, y recuerdo mi barrio, un barrio de inmigrantes, en Barcelona. Es un barrio donde yo he visto llegar constantemente gente sin maletas, con el hatillo, y levantar una barraca con sus manos y con chapa, y asentarse en la ladera de Montjuïc, en la montaña, donde las ratas eran más grandes que los gatos. Pienso que la memoria es buena, y que nos ayuda a entendernos a nosotros mismos. Y como yo quiero entenderme a mí, quiero mantener la memoria. Y manteniendo la memoria no tengo otra posibilidad—y no quiero tener otra posibilidad—que tratar de entender a aquellos que tienen la necesidad de dejar el lugar donde los parieron para ir a meter la vida donde puedan sobrevivir.

Por eso es. Mira, yo creo que el mundo necesita entender que el principal problema ecológico que tenemos es el problema del hambre y el problema de la miseria.Éste es el problema que hay que resolver. Y si la inmigraciónpuede resultar un problema para el que recibe gente, lo mejor que podemos hacer es prevenir que esto ocurra; y esto sólo se puede prevenir con generosidad y ayudando a que esa gente no tenga que moverse de sus casas.

SEGUIRÁ…

JESUS: Aquí estamos para los demás.

SERRAT: No, estamos cada uno para nosotros, pero nosotros somos los demás también. Yo creo que estoy hablando de una manera muy egoísta: lo que estoy diciendo es muy egoísta. Lo estoy diciendo en defensa propia.

JESUS: Eres doctor honoris causa de la Universidad Complutense de Madrid. Es decir, que eres Excelentísimo señor.

SERRAT: Ya lo era.

JESUS: ¿Ah, sí?

SERRAT: Sí. Pero me siento muy agradecido, y mi madre se sentiría muy orgullosa de poder ver estas cosas.

JESUS: Claro. Para ti fue emocionante.

SERRAT: La verdad es que ese momento fue mucho más emocionante de lo que yo pensaba. Fue un acto académico en el que hubo más de humanidad que de academicismo, y allí me encontré una cantidad de amigos muy grande que vinieron a compartir la fiesta conmigo. Incluso el rector, Carlos Berzosa, me sorprendió con un discurso fantástico al final, cuando arrojó los papeles y empezó a hablar de lo que había sido la Complutense a lo largo de la Historia, como centro de defensa de las libertades y de rebeldía. Fue fantástico.

JESUS: Ese día el puente aéreo se convirtió en un puente de amor y de comunicación.

SERRAT: Para mí siempre lo ha sido. Pero, volviendo a lo del doctorado, nunca me hizo falta, pero creo que ha sido importante: al reconocerse estos méritos en un cantante, en un compositor de música popular, estaban reconociendo a la canción, y también a todos los compañeros de oficio. Todos, desde su punto de vista, han tratado de hacer una canción cercana a la gente, y una canción digna, cada vez más digna, y, por tanto, culturalmente más representativa.

JESUS: Una de las cosas que se dijeron de ti es que habías contribuido a la convivencia del español y del catalán.

SERRAT: Pero es que eso no es…No sé. YO me alegro de contribuir a todo lo que represente convivencia, pero es que no existe ninguna razón para que esto no sea así de una forma absolutamente natural.

JESUS: Eres un ciudadano del mundo.

SERRAT: Mira, yo prefiero ser ciudadano de mi pueblo. Sí, porque, si no eres ciudadano de tu pueblo, no puedes ser ciudadano del mundo. Y no quisiera nunca buscar el refugio en esa abstración de la ciudadanía del mundo para no tener responsabilidades en mi casa, en mi barrio, en mi ciudad, en mi país.

JESUS: ¿Te asusta algo de lo que ocurre en Cataluña?

SEGUIRÁ…

SERRAT: No, asustarme, no. Me preocupa. A mí me preocupa siempre cuando se pierden los papeles y se dicen tonterías. Me preocupa, pero aquí también tenemos olas. Son vaivenes.

Evidentemente, en un tiempo político en el que parece ser que todo vale, y que las palabras se las lleva el viento y que se puede decir cualquier barbaridad sin tener que defenderla con la verdad en la mano, puede ocurrir cualquier cosa. Y, hombre, a mí me preocupa siempre cuando se agitan las banderas de las visceralidad, las banderas del y en contra de las banderas de la razón. Creo mucho en la razón, creo mucho en el diálogo y creo poco en las vísceras, especialmente cuando se trata de poner las cosas en claro y de que se entienda la gente.

JESUS: ¿Qué opinión tienes de la plataforma política de Boadella?

SERRAT: Pues creo que tiene todo el derecho a plantear su punto de vista de la situación tal y como ellos la entienden. Yo creo que solamente el respeto a la idea del prójimo te da permiso para que respeten la tuya. No formo parte del comité de persecución.

MÚSICAS Y MÚSICOS.

JESUS: ¿A vivir se aprende?

SERRAT: <¡Qué remedio>!, diría mi madre. Se aprende, como tantas cosas. Yo creo que se aprende a vivir con las posibilidades y con las limitaciones de cada uno y creo que no hacerlo y pretender que las cosas sean de otra manera conduce sin duda alguna al desastre. Se puede aprender: hace falta ponerle interes, pero indudablemente se puede aprender a amar.

Estaría bien que fuera algo congénito, pero yo creo que el amor se refina con el aprendizaje.

JESUS: Se puede decir que su pasión es la poesía. ¿Tiene otras pasiones?

SEGUIRÁ…

SERRAT: Mis pasiones…Algunas se pueden decir. Otras no se pueden decir.

JESUS: Se refiere a las bajas pasiones.

SERRAT: Se refiere a aquellas que de alguna manera pueden ser utilizadas en mi contra.

JESUS: Pero la que todos conocemos es la pasión por la poesía: es muy buen `poeta; y la pasión por la música, es muy buen músico…

SERRAT: Por las mujeres, pero soy muy mala mujer.

JESUS: Por las mujeres, por el fútbol…

SERRAT: Por el fútbol, soy un futbolista mediocre.

JESUS: ¿A usted no le gusta escuchar sus discos?

SERRAT: No. Normalmente, cuando termino una grabación, difícilmente vuelvo a escucharla.

Escucho los discos por la radio o porque tengo necesidad de escucharlo para rehacer alguna cosa o para cambiar alguna cosa, pero no me siento en el salón de mi casa, allí, con mi familia, a la luz de la lumbre, y digo: . No, no se me ocurre. Hay cosas muy hermosas para escuchar en la vida y algunas que conozco poco. La verdad es que las mías las conozco bastante, y no me desagrada cantarlas.

JESUS: ¿No estás cansado?

SERRAT: No. No estoy cansado de nada. No estoy cansado de lo que hago en la música, ni estoy cansado de estar aqui. Aquí estoy encantado de la vida, y estoy encantado con mi trabajo, y cuando yo no estoy cansado, no estoy cansado ni física ni espiritualmente. Estoy bien, estoy…Creo que tengo facilidad para cargar pilas y que supero con poca dosis de optimismo los momentos de bajonazo que todos tenemos constantemente. Yo, si alguna vez he pensado en retirarme, a los quince minutos ya he vuelto otra vez al oficio.

JESUS: Me gustaría que hicieras un retrato del músico que te acompaña ahora y que lleva tantos años acompañándote: Miralles.

SERRAT: A ver, los retratos son buenos si son concretos. Voy a tratar de concretar. Yo diría que Ricardo es, primero, un buen amigo, un compañero, en el sentido amplio de la palabra, y una referencia musical. Luego, es un gran instrumentista; es un hombre que entiende la mísica de una forma amplia, que no tiene clichés, que recibe, que es una buena esponja de recepción musical; por tanto, es capaz de tener una creatividad también muy amplia. Pero vuelvo a repetir que para mí, por encima de cualquier cosa, Ricardo Miralles es mi amigo.

JESUS: Me alegro mucho que sigas con la pasión…supongo que también por Candela, tu mujer.

SERRAT: Con Candela hay una relación de amor.

Son muchos años de estar juntos. Y es una relación de amor que, de vez en cuando, el agua bendita de la pasión salpica.

JESUS: Pero eso es estupendo también.

SERRAT: Sí, sí. Es fantástico.

JESUS: Gracias, maestro.

SERRAT: Es una alegría estar aquí.