El País. 2016. Luís Alegre
Mantenerse durante medio siglo como una gloria nacional y no haber parecido nunca un imbécil es una buena definición de grandeza
Video de Pere Mas
En 1977 Joaquín Soler Serrano entrevistó a Joan Manuel Serrat en A fondo, un tesoro de la televisión. Serrat, a sus 34 años, era un fenómeno popular y contaba ya con una gran reputación.
Hacía cinco años que Vázquez Montalbán había escrito un libro sobre él y hacía seis de aquella barbaridadde disco que incluye Mediterráneo, Lucía, Pueblo blanco, Tío Alberto, Qué va a ser de ti, La mujer que yo quiero o Esas pequeñas cosas.
La entrevista dura 75 minutos. Mientras fuma, Serrat recorre su vida, con una calma y un desparpajo apabullantes. De entrada, evoca a sus padres, un obrero con un sueldo base de 53 pesetas y un ama de casa de Belchite que, a sus veintitantos años, huyendo de los bombardeos de la guerra, entró a pie en Barcelona, al frente de un montón de niños que había recogido por los pueblos de Aragón.