Discurso de Joan Manuel Serrat-Homenaje a Machado.2000



Sevilla, Miércoles 26 de Julio de 2000
Discurso de Joan Manuel Serrat

Señor Presidente, señores Alcaldes y representantes de municipios machadianos, señores del jurado, amigos que nos acompañan,..:

Buenos días. Este es un día muy feliz para mí, es un día extraordinariamente agradable en el que me siento profundamente recompensado. A mí me han gustado siempre mucho los besos. Sey muy besucón y me gusta mucho que me den besos. Este es un beso hermoso, aunque en este caso es el primer beso “pagao” que me dan en la vida. Todo lo más que había conseguido hasta la fecha era una camisa de color rojo y…

Antes de empezar esto les quiero confesar que consulté con mi familia y estuvimos absolutamente de acuerdo que este premio estaría muy bien colgado en nuestra casa, pero la dotación económica estaría mejor en otras casas y en otros estómagos. Por eso, de acuerdo con mi familia, he decidido que dos O.N.G.’, una de Sevilla y otra de Soria, -el colectivo de Imingrantes Independientes de Sevilla y y la ONG Civis Mundi de Soria que trabaja en el Perú-, compartan este premio.

Yo quiero agradacer sobre todo a los miembros del jurado que han tenido un trabajo francamente difícil de selección entre ciento cuarenta y tantos documentales y películas que se han hecho acerca de Machado. Concretamente he visto algunos y son realmente hermosos, lo cual me hace sentirme aún más halagado al recibir este premio. También tuve la oportunidad de escuchar algunos de los programas de radio que se hicieron y reconozco la dificultad del jurado para haber llegado a la conclusión y agradezco profundamente que se hayan acordado después de 31 años de que este trabajo apareciera.

Es muy gratificante la vigencia de este trabajo y sobre todo, a partir de las dificultades que este disco tuvo en su aparición. Quizá ahora le parezca curioso a más de uno lo difícil que fue para mí poder grabar el Homenaje a Antonio Machado. Mi compañía de discos no tenía la más absoluta fe y solamente consinteron hacerlo porque llegaba tras una serie de discos que habían sido superventas y había en la recámara otra serie de trabajos que prometían muy bien. Y a partir de ahí, no tuve el visto bueno, pero sí el “ya te apañarás”. Lo cual me permitió hacer este trabajo.

Y la verdad es que no tuvo una recepción por parte de “la cátedra” de lo más halagueño. “La cátedra” fue extramadamente dura y en muchos casos, despiadada. En algunos casos, supongo, movidos por aquello que Machado escribía a orillas del Duero, acerca de la gente que desprecia cuanto ignora. Y en otros casos, también porque existe un cierto celo de que algo que forma parte del conocimiento de una capillita se escape de las manos y pueda caer en la peligrosidad de las masas.

Suerte que tuve rapidamente un apoyo popular muy grande. Yo me monté en el autobús, me eché a la carretera y empecé a cantarlo de lugar en lugar. Recuerdo con especial agradecimiento un concierto que hicimos aquí, en el Parque de María Luisa. Y cuando digo hicimos, les aseguro que no utilizo el plural como Maradona o el Papa, sino que lo hago porque lo hice con más gente. Concretamente en este caso compartí el escenario con Nati Mistral. Ella hizo la primera parte y yo, la segunda. Y fue en este concierto cuando me dí cuenta de la proyección que podía tener aquel trabajo y que realmente ha tenido a lo largo de los años.

Yo les aseguro, que cuando me puse a musicar estos poemas, no tenía la más mínima pretensión de que con aquello yo iba a colaborar a la difusión de la poesía de Machado. Es más, sigo pensando en que no he colaborado a la difusión de esta poesía. Si había una pretensión detrás de todo aquello era la de colaborar a la difusión del nombre de Antonio Machado y que a partir de ahí, la curiosidad de la gente hiciera el resto. Que esa curiosidad llevara los ojos al libro, los ojos al poema y el poema al corazón. Este era realmente el camino pensado.

Si yo puse música a estos poemas fue porque en su lectura yo descubrí aquello que yo quería decir, aquello que yo no sabía decir y sin embargo estaba allí. Porque la poesía de Machado tiene tal claridad, tal profundidad y tal vigencia, que ya la tenía en los años sesenta y la sigue teniendo en los albores del siglo XXI. Sigue vigente tanto en sus personajes -en muchos casos, lamentablemente- como en sus paisajes, en su forma de entender las cosas, en su capacidad de darle dimensión a las cosas más pequeñas, y de rebajar y de darle serenidad a las cosas más grandes y más consistentes.

No quisiera yo, en primer lugar, ser pesado. Y tampoco pasar por esta fiesta sin invitar a ella a algunos de mis compañeros. En esta vida nadie nace enseñado. En esta vida uno aprende de lo que sus mayores, sus maestros, sus vecinos, sus amantes, sus coincidentes, le están enseñando en cada momento. Y evidentemente yo no soy una excepción. Yo aprendí de todo lo que he tenido alrededor.

Quiero agradecer a Alberto Cortez, que fue el primero que puso música a unos versos de Machado. Lo hizo en un disco espantosamenete maltratado por la cátedra, aún mucho más que el mío, del cual yo rescaté dos canciones. Rescaté “Retrato” y “Las moscas”, dos canciones que todavía sigo cantando.

Y también quiero agradecer a otros compañeros como Raimon y Paco Ibáñez, que fueron pioneros de una forma de acercar la poesía a la canción y la canción a la calle. Y por tanto, de colaborar en este sentido a lo que hoy estamos celebrando aquí.

Este disco, ya para terminar, quiero decirles que es probablemente uno de los trabajos que más satisfacciones me ha producido. Primero, porque lo he vendido mucho. Y la única posibilidad que tiene alguien que escribe canciones y pretende seguir escribiendo, es vender algunos. Porque si no, no tiene pa’ papeo. Yo siempre agradeceré mucho a las canciones que han tenido éxito porque me han permitido escribir las que no lo tuvieron.

Este disco me ha acompañado a lo largo de la vida en muchas situaciones. Me ha proporcionado un gran afecto y una gran complicidad con la gente. Y satisfacciones muy grandes, satisfacciones como saberlo cantar algunos de estos poemas cuando entra El Cachorro en las noches de azahar de esta ciudad. Yo no lo he visto nunca, y gracias a eso estoy aquí porque si lo hubiera visto me hubiera muerto.

También me ha acompañado en situaciones complicadas. No sé si sabrán ustedes que Antonio Machado fue un escritor prohibido y censurado por la dictadura del general Pinochet en Chile por ser letrista de Joan Manuel Serrat. O sea que mi relación con él ha sido siempre cercana e intensa, y ya ven, al cabo de los años, me proporciona esta satisfacción de estar en esta ciudad que amo, en esta ciudad por la que tengo tantas caricias y alguna cicatriz, y a estas alturas del partido, como quien dice, como si fuera un hijo tardano. Pero mi madre decía que los hijos tardanos son los más espabilados. Y son con los que más se divierte uno…

Muchas gracias por darme esta alegría y espero que la compartan un poco conmigo.