Concierto en Chile 1990




Cerca de 55.000 personas asistieron, aplaudieron y cantaron en los dos recitales que ofreció Joan Manuel Serrat en su reencuentro con Chile, el sábado y domingo pasados, en el Estadio Nacional de Santiago. Al subir al escenario del que estuvo proscrito por la dictadura de Pinochet, Serrat pidió permiso para “retomar el canto que dejé colgado hace más de 17 años”. La prensa alabó de forma unánime el espectáculo que ofreció el cantautor catalán, quien ayer retornó a España.El mismo Serrat describió el clima: “Hubo una hermosa y necesaria complicidad con el público”, que cantó junto con él sus temas, obviando las deficiencias; del sonido, le pidió cinco veces; que volviera al escenario y lo despidió con antorchas en la noche de¡ domingo. “Cuando yo gozaba, el público gozaba. Cuando yo subía, el público subía, y así nos fuimos”, dijo.

“De pie, el Estadio Nacional ovacionó a Serrat”, tituló el conservador diario El Mercurio, aunque afirmó que tuvo menos püblico del esperado. El tabloide La Epoca, que colocó en portada una foto en color de¡ cantante, sostuvo que “un gran espectáculo mostró Serrat”.

Al comenzar a cantar, Serrat pidió perdón a los chilenos. “Disculpen si tardé, pero no fue cosa mía”, dijo. Y agregó: “Mis agradecimientos a todos ustedes, un abrazo para los que están y un recuerdo imborrable para los que no están, para los que volveremos a ver por el exilio, para los que aún permanecen encerrados en las cárceles,los presos políticos de la dictadura”.

“Defensor de la democracia”

 

El presidente Patricio Aylwin y su esposa, Leonor Oyarzun, estaban entre los asistentes: “Vine a ver a un artista defensor de la democracia”, dijo. Aylwin, como la mayoría del público, tarareó Volver a los 17, un tema compuesto por Violeta Parra, que Serrat interpretó en homenaje a los cantantes populares chilenos y porque reune a dos generaciones. El número de años, además coincide con el período en que Serrat no pudo volver a Chile. Los asistentes, en su gran mayoría adultos, acompañaron los temas clásicos de Serrat -Mediterráneo, Tu nombre me sabe a hierba, Aquellas pequeñas cosas- y terminaron bailando.Serrat participó en un foro ayer con el mundo de la cultura chilena y, antes de regresar, se entrevistó con el ministro de Educación, Ricardo Lagos; el jueves pasado se había reunido con Aylwin. Pero de todos sus encuentros, los más emotivosfueron con los presos políticos. Después de visitar a los detenidos del régimen anterior en la cárcel de hombres, recibió un pedido similar de las presas políticas. Serrat accedió y, además de Mediterráneo, les cantó Romance de Curro el Palmo a las presas. Ellas pidieron a los periodistas que dijerail que la música de Serrat las acompañó en la cárcel y, antes, en “los momentos alegres y difíciles, de soledad, cuando nos tuvimos que enfrentar al período de dictadura. Para que vean que estas terroristas también tenemos sensibilidad…”.


Artículo de la Vicaría de la Solidaridad, organismo de la Iglesia Católica de Chile.
Crónica de la visita que Joan Manuel Serrat les hiciera antes de su Concierto.
¡Por fin Serrat, dando ejemplo una vez más de su compromiso permanente con los Derechos Humanos.