Quizás ahora estos niños solo ven a un señor mayor al que sus mamas y abuelas admiran, pero dentro de unos años lo recordarán como a un personaje importante para la cultura hispana y un defensor comprometido de los ideales humanitarios. Posiblemente el Nano no solo será el referente de tres generaciones, sino que puede ser intemporal y universal.
SENSACIONES EN UN CONCIERTO DE SERRAT
La abuela, de 70 años que escucha desde siempre a Serrat y que hizo que a un nieto lo bautizaran Manuel canta enterita Mediterráneo. La hija de 40, se sabe a medias las canciones, mientras la nieta, de 17, escucha el recital por celular -a la distancia- que sostiene su madre
Que viejito que esta, comentó la abuela agarrando del brazo a su hija a la salida. Y la hija pensó: si mi mamá los ve así, cómo debería verlo yo. En realidad no importa cómo se ve. Ella, al igual que su madre y su hija siguen estremeciéndose con sus metáforas, desvelándose con sus melodías. La abuela lo ve grande pero ella misma no se ve así.
Serrat se siente como lo que es, un poeta sin tiempo, aunque se le cuelen canas, voz gastada por los caminos surcados.
Paulina Carreño
DataRioja
04/ 04/ 2012