“Me siento profundamente latinoamericano”.2015


Banda sonora de la historia de varias generaciones, el cantautor catalán celebra sus 50 años de trayectoria con un disco cuádruple. En diálogo exclusivo con EL DIA, se refirió a su música, su vida y su eterno romance con este lado del Atlántico, al que regresará el año próximo con una gira que lo traerá otra vez a La Plata.

Por MARIA VIRGINIA BRUNO

Resfriado y con tos, elegantemente vestido y perfumado, Joan Manuel Serrat recibió a EL DIA en el estar del primer piso de un céntrico hotel cinco estrellas porteño, un lugar distinguido pero a la vez cálido en el que no quedó más que entrevistado y entrevistadora, luego de que él mismo se encargara de sacar a todo el mundo de la habitación con un simpático “bueno, vale, ya, todos afuera”.

Lo arraigada que tiene a la Argentina en su piel quedó demostrado de entrada con el enfático “¡hola!” que eligió para romper el hielo, mientras se acercaba con paso firme y seductor al living donde se desarrolló la charla. Porque fue una charla, con espacio para el humor y las ironías pero también para el recuerdo y la reflexión, en la que el “Nano” apareció sin buscarlo y tutearlo se convirtió en la única alternativa.


A propósito del lanzamiento de “Antologías desordenadas”, el álbum cuádruple que llegará mañana a las bateas de todo el mundo y con el que el catalán celebra sus cincuenta años con la música (ver aparte), Serrat dialogó sobre su carrera, el amor, sus canciones, sus premios, Calatalunya y España, y también se refirió a su eterno romance con esta región del mundo en la que dijo tener “sueños, decepciones, fantasías y harapos”.

A los 70 años, casado desde hace casi cuarenta con Candela Tiffón, padre de tres hijos (Manuel, María y Candela) y abuelo de dos nietas, con casi 60 álbumes y un repertorio de 600 temas, el barcelonés sigue siendo el cantor de las pequeñas cosas, un militante de la vida, un poeta y un batallador cuyas únicas armas han sido siempre sus canciones.
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- ¿Qué tal este Serrat comparado con el de hace 50 años?
-Muchísimo más cansado, le duelen más los pies, duerme peor (risas). No tengo las mismas energías, ni pretendo tenerlas. A mí realmente me parece digno de ser sometido a un análisis mental aquel humano que dice que ahora se siente igual que hace 50 años.

- ¿Y más allá de lo fisiológico?
– No soy el mismo, he cambiado totalmente, mis células ya no son las mismas, ninguna, y si mantengo cosas es porque mi memoria me hace conservarme atado con un tiempo que es el mismo porque no tengo otro, y crezco y me enrosco alrededor de mis recuerdos, de mis amores, de mis fantasías. Pero el mismo ya no soy ni lo quiero ser tampoco.

- De todos modos, para hacer este trabajo recopilatorio necesitaste de mucha energía…
– Sí, mucha energía y mucha ilusión, fue mucho trabajo. Yo no tenía nada mejor que hacer para celebrar este aniversario más que mis canciones, entonces decidí recurrir a ellas. Y antes que me pregunte por qué éstas y no otras (risas) le digo que las elegí por gusto propio y porque el día en que cualquiera decida hacer uno también tendrá el privilegio de poder escoger las que quiera.

- ¿En base a qué elegiste a los artistas que colaboran con esta producción?
– Solamente a partir del cariño se pueden establecer estas cosas, las coincidencias, la sensibilidad compartida, el afecto, la amistad en casi todos los casos, pues esto es lo que ha hecho que aceptaran colaborar en este proyecto, y fueran tan amables y generosos.

- Dijiste recientemente que no planeás retirarte por el momento..
– Lo dije pero tampoco he dicho lo contrario…

- Sin embargo, estás con muchos proyectos, de hecho el año próximo volverás a girar por el país, ¿qué te motiva a seguir andando?
– Sigo andando porque no encuentro nada que me divierta más, si encontrara algo más divertido lo haría seguramente. Pero básicamente sigo porque la salud me permite hacerlo, porque la ilusión me empuja y porque la gente me aguanta.

- ¿Qué ha significado el amor en tu vida?
– Algo sin lo cual sería absolutamente ridículo existir, no se puede concebir la vida sin amor.

- ¿Con qué relacionás las mejores y las peores cosas de tu vida?
– Con otras personas…

- ¿Hay algo que no harías nunca?
– Hay un refrán que dice ‘nunca digas de esta agua no beberé’ y ahora he aprendido a ser un discreto en estas afirmaciones. Los humanos hacemos cosas muy extrañas dependiendo mucho de las circunstancias en las que nos encontremos.

- ¿Te animarías a un dueto con Lady Gaga?
– No me parece de lo peor que podría hacer en la vida, se me ocurren 200 cosas mucho más difíciles de hacer. Un dueto con Lady Gaga no me parece algo que comprometa especialmente la ética de un ser humano.

- ¿Cómo viviste la experiencia de compartir tanto tiempo con Sabina, siendo tan diferentes, un “símbolo y un cuate”?
– Para mí fácil y para él también. Nos ha sido fácil porque hemos mantenido siempre nuestras posiciones, el respeto mutuo y hemos funcionado a partir del cariño y del esfuerzo conjunto, no ha habido ninguna dificultad. Fue una época de un gran enriquecimiento mutuo.

- ¿Qué ha sido de la vida de tu loro Matías?
– A Matías se lo entregué hace muchos años a mi cuñado porque un día nos enfadamos. Matías me quiere tanto que cuando me iba se enojaba por haberlo tenido abandonado. Yo le metía la mano en la jaula, jugaba con él pero un día me esperó y me pegó un bocado que me llevó un buen pedazo de carne, y entonces pensé que no es bueno tener como compañero a alguien que te muerde. Así que llamé a mi cuñado y le dije si todavía lo quería, porque él siempre había querido uno, le puse una manta encima de la jaula y se lo llevé.

- ¿Y todavía vive? ¿Lo seguís viendo?
– Sí, ahora lo veo cada vez que voy a su casa, y nos saludamos, y me divierte mucho porque escucho la voz de mi mujer cuando llamaba a mi hija “María, María” y sigue gritando “¡Visca el Barça!” (¡Viva el Barça!) y diciendo palabrotas feas que yo le enseñé. El se me acerca y y yo lo rasco, nos queremos igual.

- El 19 de noviembre la academia de los Latin Grammy te distinguirá como Persona del año, ¿cómo recibiste la noticia?
– Con gratitud y con alegría, sobre todo mi mujer, porque nos vamos de viaje a Las Vegas, cosa que no he pensado hacer nunca en mi vida (risas). Jamás había pensado en ir a esa ciudad, no tiene el menor atractivo, entonces, veré lo que hago de interesante. Debo confesar que más que la Persona del Año me hubiera gustado un Grammy a la promesa artística, a la revelación, porque es difícil que le den un premio revelación a un tipo de 70 años.

- ¿Nunca te lo dieron?
– Sí, pero me gustaría que volvieran a dármelo porque sería lindo poder volver a una etapa impostora de este tipo (risas).

- Tus canciones marcaron la vida de muchas generaciones, han sido luz y esperanza en momentos oscuros. ¿En qué pensabas cuando te tocó atravesar momentos difíciles, como el exilio o tu enfermedad?
– Yo soy responsable de mis actos pero no de las consecuencias que puedan provocar en otras personas. Me parece fantástico que mi trabajo y lo que yo hago pueda serles de utilidad. Pero, sinceramente, yo cuando he tenido determinados problemas, como mi enfermedad, he confiado más en la medicina que en la música.

- ¿Qué encontraste en Antonio Machado?
– Siempre lo he pensado, él tenía la habilidad de tomar cosas sencillas, sin importancia, y les daba una dimensión eterna y viceversa, tomaba cosas muy grandes y fastuosas y las bajaba a un pequeño nivel cotidiano, es algo muy difícil de lograr.

- Dijiste alguna vez que cuando no se puede hablar se puede cantar, pero que es más fácil en democracia porque no hay que buscar tantas metáforas…
– A veces no se puede ni la una ni la otra. Las canciones pueden llegar a conmover de forma muy especial, pueden llegar más profundamente que las palabras, pero cuando la palabra es acertada, oportuna y verdadera no hay nada más exacto.

- ¿Volviste a Pueblo Seco (donde nació en diciembre de 1943)?
– ¡No hago otra cosa! Como decía Pichuco “alguien dijo una vez que yo me fui de mi barrio pero no puede ser porque yo siempre estoy llegando” . A mí me ocurre lo mismo, yo voy constantemente.

- ¿Y en qué ha cambiado?
– Si uno cambia, si celularmente no es el mismo, en pocos años de su vida, al barrio le ocurre lo mismo. Aunque el barrio no son las piedras, las calles, es la gente que lo vive. Pero, por otra parte, en este paisaje están metidas nuestras vidas, nuestros recuerdos, nuestras fantasías, lo que soñábamos y estas cosas que no destruye el tiempo, lo destruye el ayuntamiento, que pasa con sus camiones y se va llevando todo lo que tiene a su paso.

- Hijo de padre catalán, madre aragonesa, ¿cómo conviviste con ese mestizaje?
– Muy naturalmente porque, en una mayoría abundante los catalanes somos todos mestizos, es algo muy natural entre nosotros.

- ¿Qué heredaste de tus padres?
– Todas cosas buenas, otra cosa es que las haya sabido aprovechar, pero me han dejado lo mejor que tenían.

-Contaste hace un tiempo que tu madre, cuando le preguntaste de dónde venían, te dijo: “soy de donde comen mis hijos”. ¿Es una frase que te identifica?
-Absolutamente, creo que no he encontrado nunca una mejor definición.

- Hay una frase que te asignan que dice “soy español en la medida en que me dejen ser catalán”…
– No es exactamente lo que dije. La frase a la que debe corresponder esto tiene que ver a cuando me preguntan en qué prefiero cantar, si en catalán o en español, yo siempre digo lo mismo: si me prohiben cantar en catalán quiero cantar en catalán, y si me prohiben hacerlo en castellano yo quiero cantar en castellano. No es por llevar la contraria sino por mi derecho a poder ser yo.

- ¿Qué opinas sobre el reciente pedido de disculpas públicas del presidente Rajoy por los actos de corrupción entre sus funcionarios?
– Pienso que se ha tardado demasiado.

- ¿Qué encontraste en Latinoamérica, una región que elegiste como propia?

– Yo no elegí nada, a mi me han sucedido las cosas en mi vida por aquí, entonces yo no elegí ni lo que sucedió, ni el haber estado aquí, ni el haber mantenido la relación que he logrado mantener, ni el haber cosechado los amigos que he tenido. Realmente son todas cosas que han ido ocurriendo. Me siento profundamente latinoamericano porque mi vida ha discurrido mucho por aquí y es una región con la que me he comprometido mucho porque tengo sueños, decepciones, fantasías y harapos por aquí.

- En junio del 83, cuando el país se abría lentamente a la democracia después de muchos años de oscuridad, volviste y ofreciste un recital en el Luna Park que todavía hoy muchos recuerdan. ¿Qué significó para vos?
– Fue absolutamente conmovedor, de los reencuentros más emocionantes que recuerdo, realmente muy conmovedor.

- Desde los ‘70, en cada gira que has hecho por el país, siempre has desembarcado en La Plata. ¿Te liga algo especial con nuestra ciudad?
– Es normal que haya mantenido una relación estrecha con La Plata porque es una ciudad universitaria donde había mucho ambiente cuando yo empecé, una ciudad muy maltratada, terriblemente reprimida y un tanto olvidada también. Siempre me alegra volver a una ciudad a la que, como Barcelona, fue construida en paralelas y perpendiculares. Yo soy muy partidario de las calles con números, es algo que me parece muy bien, de hecho una vez escribí para una revista colombiana la utilidad que tienen las calles con números. Son de un gran servicio porque, entre otras cosas, no hay necesidad de cambiarles el nombre cuando desaparecen los que se autoproclamaron propietarios de las calles.

- Si tuvieras que armarte un bolso para irte a una isla desierta, ¿qué te llevarías?
– Me llevaría a mi cirujano, a mi urólogo y a mi médico de medicina general…

- ¿Estás convencido de que se hace camino al andar?
– Por supuesto, pero siempre y cuando, puedas hacerlo (risas).