Como dice el inimitable e inigualable Joan Manuel Serrat, a pesar de los reveses, los contratiempos, los disgustos…siempre la vida nos esboza una sonrisa, nos da algo bonito. La vida, es lo que quiere decir Serrat en su excelente poema que es la letra de esta canción, de vez en cuando nos da un respiro, toma contigo amigo/a mía un café.
La simbología genial que aplica Serrat es impresionante, porque no es que estemos esperando a que la vida nos invite, sino lo que viene a significar, que cuándo menos lo esperamos, ese café al que la vida nos invita aparece en nuestra cotidianeidad dándonos una bocanada de aire fresco, una ilusión, una esperanza y por qué no, un alivio.
Por aquello que decía mi abuela “Dios aprieta, pero no ahoga”. Que siempre hay un resquicio por dónde entra la luz. Encontremos todas esas rendijas por dónde hagamos entrar la luz que tanto necesitamos en nuestras vidas.
Merecemos un poco de paz y especialmente esperanza, en que las cosas mejoren.
Puede que sea esa nueva ocasión que te regala la vida hermosa que disfrutamos y que nos permita sentarnos a compartir ese momento con la taza de por medio, sea en solitario con nosotros mismos (nuestra vida nos obsequia ese espacio de esperanza e ilusión) o con los amigos, los nuestros más íntimos, o con quién tú desees tomarlo y compartirlo. En definitiva, sabes perfectamente que el café de Serrat de su canción es una metáfora. Pero de poemas y metáforas también está hecha nuestra existencia.
