CRÍTICA MUSICAL
Rara vez he escuchado una canción donde la música y la métrica de los versos cuajen de la manera en que lo hace Cuando me vaya.
Esta canción debería utilizarse como ejemplo de cómo escribir la canción pop perfecta. La letra es excelente pero la melodía es instantáneamente ganadora.
Los arreglos orquestales son sobrios y medidos, sin los alardes triunfales que suelen tener los arreglos orquestales; todo en la canción es completamente funcional, todo suena donde tiene que sonar.
El sonido estéreo –recordemos que es una canción de 1970 y que el estéreo era algo relativamente nuevo y por eso su utilización es digna de mención- está aprovechado al máximo. Los instrumentos están repartidos en ambos canales con una precisión apabullante, con las cuerdas, el bajo –bien por encima del resto de los instrumentos- y parte de los vientos sonando en el canal izquierdo y con el piano –con una melodía ascendente que le cortaría el aliento a cualquiera- y otra parte de los instrumentos de viento –que no son los mismos que suenan en el otro canal- en el derecho. La voz suena en el centro pero tiene un efecto interesante que se da en el disco entero, y es que el eco de la voz suena sólo en el canal izquierdo.
Volviendo a la métrica de los versos, va un pequeño ejemplo de la antepenúltima estrofa: “Me iré silbando aquella canción / Que me cantaba cuando era un crío / Un marinero lleno de ron / Por si en verano sentía frío”. Este caso de métrica y rima perfecta se da durante toda la canción, y es como el ABC del songwriting en estado puro.
Pero dejando de lado los tecnicismos, Cuando me vaya es una canción de una belleza inconmensurable. Y lo es, como dije antes, sin estridencias. Sí, tiene arreglos orquestales, pero son de perfil bajo. Sí, tiene letra kilométrica y llena de palabras que nunca antes se han escuchado ni se volverán a escuchar en una canción pop, pero están utilizadas de una forma que jamás hace pensar en alardes de ningún tipo. Pero explicar por qué es una canción hermosa es algo imposible. Sólo puedo decir que a mí me emociona muchísimo, y que creo que tiene todos los elementos como para emocionar a mucha gente. Que el uso de las palabras me parece ejemplar, cuando tal vez el uso de esas mismas palabras en otra canción me parecería completamente vacuo, pedante y un tanto cursi. El tema es cómo se utilizan esas palabras, cómo están al servicio de la melodía, y cómo todo cuaja a la perfección.
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