FRANCESC-MARC ÁLVARO
(Periodista)
Lo mejor de Serrat es que canta como si no tuviera más remedio.
Como cuando le hacen hablar en una entrevista en la radio o la televisión, dejando las frases algo deshilachadas al final, elegantemente arrugadas por los bordes.
Su saber estar en el escenario y fuera de él es una conquista, respetada incluso por la prensa del corazón. Su permanencia en primera línea nos hace rebotar contra algo imprescindible de nosotros mismos, por encima de generaciones y recuerdos colectivos.
Serrat no es de una época, es de todas las épocas. Sus canciones se despegan del contexto en el que fueron escritas porque, a menudo, apelan a la última barricada de cada uno, allí donde no hay más escondites y la luz entra por la ventana.
