Encuentro Serratiano en Montevideo (27-12-2016)
EL CUMPLE DE SERRAT EN MONTEVIDEO
Y allá fuimos con Grisselle. Salimos a las 5 de la tarde desde San José, pensando llegar 18 y 30 a Montevideo, “para asegurarnos que todo estaba en orden” .
Llegamos media hora más tarde de lo previsto, pero puntuales igual. La Mostaza nos esperaba con su larga mesa casi vacía, aunque desde una punta una mano ya se agitaba llamándonos.
Emoción expectante… Nos intuimos, porque no nos conocíamos. Ya estaban Sindhia y Lourdes, enseguida llegó Carmen y detrás Gladys.
Presentaciones, abrazos cargados de afectuosa alegría, charlatanas, risueñas todas… Las sillas se fueron ocupando: Ana María, Laura, las dos Beatriz, Susana, Carolina, Stella, Nair que llegó desde Minas a más de 100 km y con quien me rencontré con sorpresa - pasados veinte años – para recordar otros tiempos y otros lugares en los que compartimos amplias vivencias… Minutos después apareció Teresa.
Ya éramos 15: ¡y empezó el cumpleaños! Lo inauguramos con un brindis, por supuesto: ¡por vos, Serrat, que sos el homenajeado! ¡A tu salud y por seguir festejando tus años, tu realidad, tu fe de vida! Otro brindis por nosotros: ¡ por el grupo de amigos que hoy nace, porque brote con vigor y empuje! ¡Por el futuro que nos guarda lugar para cumplir planes y sueños!
La conversación se hizo espontánea, fluida, entreverada a veces, pero siempre interesante y rezumando felicidad. Surgieron ideas, propósitos, proyectos que ya les contaremos…
Hubo cantos, “torta” con velita y aplausos. Casi al final del cumple, llegó Julia, pero no se perdió el momento lindo de la intimidad, prolongando la reunión que ya a esa hora siguió bien regada con anécdotas y cerveza helada.
Despedidas, abrazos más apretados, promesas que cumpliremos y regresar a San José –mi ciudad- con el corazón rebosante de felicidad y el convencimiento que asistí a la creación de nuevos lazos de amistad. Y estos vínculos serratianos ya los conozco: son cuerdas fuertes, resistentes, firmes… Lo veremos, no lo duden.
Como termino siempre:
¡GRACIAS, SERRAT, A TI TE LO DEBEMOS!
ANNABELLA