Los editores premian a Joan Manuel Serrat.2014


Ha sido y sigue siendo la voz de Miguel Hernández, de Antonio Machado, de Mario Benedetti, de Rafael Alberti, de J. V. Foix, el que homenajeó a Juan Marsé y a tantos otros. Él, que nació en el Mediterráneo y que se siente en casa y que es tan querido al otro lado del Atlántico (ay! ese más que multitudinario concierto en el Luna Park de Buenos Aires, hace de ello tantos años…), que ha escrito de la vida y de la muerte, tan lejos y tan cerca; él, que ha cantado a lo cotidiano y a la revolución, contra los dictadores y a favor del amor sin fronteras, él, Joan Manuel Serrat, ha sido galardonado por los editores de la capital mundial del libro.

El “Noi del Poble Sec” ha recibido el Premio Atlántida 2014 que otorga anualmente el Gremio de Editores de Catalunya a una personalidad de reconocido prestigio que haya destacado por su contribución al fomento de la lectura, del mundo del libro y de la propiedad intelectual. Y por su compromiso en la defensa de la cultura como valor.

Lo ha recibido como siempre en él sobre un escenario, de negro y con emoción contenida, y en el auditorio situado en los bajos del emblemático edifico de otro genio: La Pedrera, del modernista Antoni Gaudí. Con él, además de los editores, libreros, distribuidores, escritores o periodistas. Como él, lo habían recibido con anterioridad personalidades del rango de Václav Havel, Simone Veil, José Manuel Blecua, Jordi Savall, Javier Solana, Fabià Estapé, Viviane Reding o Luis García Berlanga, entre otras.

Se le notaba “…feliz como un niño/cuando sale de la escuela” y es que “…la vida és cosa de valents/Que tot plegat són quatre dies”. Joan Manuel Serrat, alguien que ha hecho de su vida una crónica vertiendo en sus canciones “…aquellas pequeñas cosas,/que nos dejó un tiempo de rosas/en un rincón…” y que, según también cantaba, “Pelea por lo que quieres/y no desesperes/si algo no anda bien”.

Han pasado cincuenta años sobre los escenarios o cincuenta del primer disco o de sus “Paraules d’amor”, una canción que “había sido mía, pero ya no me pertenecía”. Han pasado unos pocos menos desde su primer Palau de la Música, celebrado al tiempo que sacaba, en 1967, “Ara que tinc vint anys”. Una canciones, esas y otras muchas, que, en propias palabras, “a estas alturas ya se han convertido en canciones de todos”.

Joan Manuel Serrat, el hombre que ha hecho bandera (y crónica) de la vida desde el escenario, desde los escenarios del mundo, sigue subiéndose a ellos. El cantante que ha elevado a la categoría de cultura el cotidiano pasar de la gente corriente sigue ensanchando nuestra banda sonora recordándonos que, a pesar de todo, “hoy puede ser un gran día”.