Diario de Concierto. Serrat 1969




En 1969 Serrat participa en el III Festival de la Nova Canço de Palma junto a otros compañeros de la Nova Canço. Joan Manuel escribe para un diario de ruta de los 4 días del festival. También podemos leer la crónica de este festival.






4 DIAS EN LAS BALEARES
LA NOVA CANÇO EN PALMA

día 3

Eran alrededor de las dos de la tarde cuando llegarnos al aeropuerto del Prat. Hacia un calor terrible, agobiante…

Hablamos comido muy poco. No me gusta comer demasiado antes de cantar ni antes de emprender un viaje: luego me encuentro pesado y me pongo de mal humor.

Arreglamos lo mejor posible todo el jaleo del equipaje, y nos metimos en el bar, esperando al «Quico», que tenia que embarcar con nosotros (el «Quico», por mas señas, es Francesc Pi de la Serra).

Estoy hablando en plural porque conmigo venía Quillermina Mota.

El «Quico» llegó sin afeitar. «Hace cuatro días que no puedo dormir», nos dijo.

Alguien habló por los altavoces… «Vuelo número tal con destino a Palma», etc… el autobus… y nos encerraron en un D-C 4, que Iberia alquila a Spantax.

En cierta ocasión me dijeron que estos aviones eran rnuy seguros y que no se calan así como así. No sé por pero pienso en esto cada vez que subo a uno de estos apa- ratos.

Me gustaría decir que casi no nos dimos cuenta y ya estábamos en Palma, pero la verdad es que el viaje se nos tuzo bastante pesado. Hacía mucho calor, repito.

En el aeropuerto de Palma —enorme mole de piedra, mármol, cristal y aluminio- nos esperaban dos buenos amibos. Dos de estos grandes tipos cuyos nombres nunca salen en los periódicos, quiza porque ellos mismos no quieren aparecer.

Problemas de desplazamiento, problemas de hotel, pequeños problemas que duran poco pero que nos pusieron a rodos de mal humor.

Serian las cinco de la tarde cuando terminamos de acomodarnos en uno de estos hoteles para turistas, en los que se desconoce el pan con tomate y la tortilla de patatas. El hotel era barroco, con una antisonante mezcolanza de estilos arquitectónicos a cuál más falso.

No se si vosotros conoceréis personalmente a Pi de la Serra. Seguramente que no. Pues bien: «Quico» es el tipo más fabuloso que os podéis echar a la cara. Vale la pena convivir con el unos días, lejos de lo que podemos llamar vuestro lugar habitual.

Hacia las ocho de la tarde nos vinieron a buscar al hotel para llevarnos a Campos. Campos es un pueblo que está a 40 kilómetros de Palma. Es el centro del contrabando de la isla, pero debido al problema del Peñón ha disminuido mucho su lucrativa actividad. A pesar de todo «su problema», los habitantes de Campos llenaron de bote en bote el local en el que dimos nuestro primer rrcital.

El recital finalizó hacia las dos, mas o menos, y el sol nos pilló todavía en la calle.

día 4

Si hiciésemos de todo esto una guía de viajes, este día llevarla el título de DIA LIBRE.

Elbasurero, a base de gritos y trompetilla, nos desveló a las siete de la mañana. Como que nos hemos peleado diariamente con él; terminamos siendo muy buenos amigos.

El conserje del hotel nos despertó con el tiempo justo de poder comer o, mejor dicho, a tiempo de que nos admitieran en algún restaurante.

Discutimos con el camarero, tiramos un par de vasos por la mesa, nos pagaron la comida.,, en fin, mas o menos lo que suele ocurrir cuando uno se expone a ir a comer con Pi de la Serra.

Lo que hice por la tarde, es asunto mío. Ya he dicho que éste era mi día libre. Y lo aproveche.

día 5

Sábado. Era el día del «III Festival de la Nova Canço» un festival en el que todos echamos de menos a Raimon, que se encontraba en Cuba para intervenir, junto con Peter Seeger y Joan Báez, en un gran festival.

Desde que llegamos a Palma todo el mundo nos pide entradas, pues hace más de una semana que se agotaron. Quizás pensaran que los artistas éramos una rara especie de revendedores. Corno que nos disgustaba decir a la gente que no teníamos ni una sola localidad, tanto «Quico» como yo les aconsejábamos que subiesen al castillo de Bellver y que, una vez allí, nosotros mismos nos encargaríamos de entrarlos en el recinto. Total: a las diez de la noche nos encontramos con que en la puerta habían unas trescientas personas sin entrada, y de las cuales yo no me consideraba en absoluto responsable.

Entramos a los que pudimos; las demás lo hicieron por su cuenta y por la vía rápida, es decir, por… narices lo cual me hizo pensar en tantas cosas…

El festival comenzó puntualmente. Para mí fue uno de los más importantes en los que he participado. Pero de eso que hable otro que lo haya visto desde fuera. Dentro, o sea, detrás de las cortinas, había lo de siempre: nervios, prisas y algún que otro grito.

Al terminar, recogimos los trastos, y ya estaba alto el sol cuando nos acostamos.

día 6

Barbat, «Quico», Els 7 d’aquí, Miquelina Lladó y yo, debíamos actuar en el claustro de un convento de Pollensa. Desgraciadamente, estábamos muy cansados. Y si la cosa no quedó tan bien como hubiéramos deseado, la culpa es totalmente nuestra.

Pasamos por Sóller, y fuimos a «Sa Calobra», uno de las rincones más hermosos que conozco, i Es algo fabuloso! No os cuento, porque a lo mejor os dejáis caer por allí y… seriamos demasiados.

Por uno de esos azares del destino, nos acostamos muy temprano. Al dia siguiente, por la tarde, llegamos a Barcelona en un «Caravel». Me gusta mucho ir en «Caravel», por la sencilla razón de que las azafatas son más guapas, amén de que en su interior no hace ni pizca de calor.

Termino estas notas deshilvanadas. Estoy muy cansado, y me siento incapaz de seguir tecleando en la máquina de escribir. En el tocadiscos, suena una canción de Atahualpa Yupanqui. Ahora se dispone a iniciar milonga…

LA NOVA CANÇO DE PALMA. UN FESTIVAL SIN PREMIOS


Tercera edición de un festival sin premios. que cada vez se afianza más en su misión de “mosaico” de la Nova Cançó. La NCC. día a dia, ve aumentadas sus filas por nuevos cantantes Que aportan su personalidad y una cierta ruptura de estilo y musicalidad.

Un curioso escenario, el Patio de Armas del Castillo de Bellver. El recinto estaba completamente abarrotado. Desde los pueblos, incluso, se desplazó mucha gente, pese a haberse hecho público que se habían aootado las localidades. En el interior predominaba el público joven, especialmente universitarios. Pero también hizo acto de presencia el “todo Mallorca*’. Señoras enjoyadas y con llamativos trajes de noche, no quisieron perderse, por lo visto, tan importante acto social (?).

El Festival tuvo como nota predominante, el entusiasmo de un público que estallaba en aplausos al solo enunciado del nombre de cada artista. Abrieron la velada Los Validemosa, un conjunto que interpreta alternativamente canciones en castellano y mallorquín, la mayoría de ellas de corte flolklórico.

Los Valldemosa rejentan una sala de fiestas en la que procuran presentar figuras de interés.

Durante el mes de julio, por ejemplo, actuaron Sandie Shaw. Louis Armstrong y Joan Manuel Serrat.

Esperanza Enseftat. Lluis Llach y Miquelina Lladó, se presentaban por primera vez ante el público mallorquín. Su tarjeta de presentación consistía en sendos discos que acaban de ponerse a la venta. Esperanza, que no habia almorzado ni cenado, estaba muy nerviosa. Para ella, este debut era tremendamente importante. Pero, con o sin nervios, causó muy buena impresión, especialmente en su inte¬pretación de “Pescador”, una emotiva canción de la que sabe sacar excelente partido.

Lluis Llach, que se presentaba como “jutge número 16″, está dotado de un potente registro de voz. Es un cantante repleto de buenas intenciones, pero que todavía no ha encontrado un estilo completamente personal. Autor de sus propias canciones, éstas adolecen de una cierta ambigüedad. Con todo, es un intérprete del que cabe esperar grandes cosas.

Miquelina Lladó, está adscrita al grupo mallorquín de la Nova Cançó. y demuestra todavía bastante inexperiencia, aunque reúne ciertos elementos —naturalidad y una “presencia” incuestionable— que la han situado rápidamente en un primer plano de la canción en catalán.

Maria del Mar Bonet es una “jutgessa” recién ingresada (algún día tendremos que ocuparnos de “Els setze jutges”, que en su día pusieron los cimientos de lo que sería la Nova Cançó).

Ceramista por afición, María del Mar ha redescubierto un antiguo y variado repertorio de canciones populares menorquinas. que interpreta con una voz realmente maravillosa. Juan Ramón Bonet. su hermano, ha aportado un nuevo tema a la Nova Cançó: el mar y sus hombres. Y esto basta para que fijemos nuestra atención sobre él.

Enric Rarbat. un “jutge” veterano, se presentaba también en Mallorca. A Enric. que tiene una voz profunda y bien modulada, le falta un cierto método critico en los temas que aborda: un método que él suple con un divertido nihilismo y, ante todo, una sátira mordaz, cien por cien destructiva.

Los grandes triunfadores del Festival, fueron Guillermina Motta, Francesc Pi de la Serra y Joan Manuel Serrat. De Guillermina nos ocuparemos muy pronto en estas páginas.

Serrat entre aplausos y ovaciones constantes, interpretó nada menos que siete cancionos y. todavía. debido al entusiasmo del público, una octava.

Digamos por último, que se leyeron telegramas de adhesión de Raimon, desde Cuba, y de Toni Parera. desde Madrid